jueves, 22 de mayo de 2014

ADA: COWORKING SPACE

Muy buenos días otra vez a todos.

Hoy quiero mostrar otro de mis trabajos, el cual, aunque está sin nota aún, tiene buena pinta, y aunque aún le queda muchísimo esfuerzo, estoy seguro que ya puede ayudar.

El último proyecto del año se merece además, más de una entrada, y es por ello que he querido mostrar también el anteproyecto, un hito que me ha costado mucho trabajo alcanzar.

Para este último proyecto contábamos con la opción de dos locales diferentes, uno de ellos ubicado en un edificio céntrico y emblemático de la ciudad de Murcia, y el otro situado en una zona más industrial, anexo a la Estación del Tren del Carmen, en Murcia también.

Ambos edificios tenían la obligación de mantener la envolvente. Se trata por lo tanto de espacios a recuperar. La diferencia de tamaño es muy considerable. El edificio céntrico presenta una planta irregular, con una disposición de bajantes y pilares algo tortuosa, con una fachada escalonada, y 450 metros cuadrados aproximadamente y 2,70 metros de altura libre, a forjado. La nave de la estación es un espacio alargado, de más de 130 metros de largo y 10 de ancho, lo que da una superficie total de más de 1.200 metros cuadrados. La planta es sin embargo regular, con pilares y huecos repartidos de forma casi simétrica y ordenada, con una altura libre de 4 metros hasta el inicio de las cerchas y 5,70 metros hasta la cubierta.

Ambos presentaban sus propias dificultades. A mí me pareció mucho más interesante la nave de la estación, por su imagen industrial y su tamaño, así como su forma, muy adecuada para la idea que llevaba en mente.

Ahora os dejo con el Anteproyecto, y lo explico a continuación:




Como podéis ver, el anteproyecto consta de una volumetría realizada en 3D, una pequeña introducción de materialidad y detalles a introducir en el diseño, planos de planta, zonificación y sección.

Como siempre, para proyectar y realizar un espacio coherente yo necesito un concepto, una idea, y en este caso lo tuve claro desde el principio: El concepto es "El Proceso de Diseño".

Un proceso que se supone estamos hartos de realizar con cada trabajo, un proceso lineal, como el espacio del que dispongo, un proceso que exige creatividad, técnica, flexibilidad, espacio y tiempo. Por todo ello creí adecuado utilizar el local más grande, y realizar en él un Estudio de Diseño.

Como veréis, pronto cambié de estudio de diseño, a espacio de Coworking, y es que en el número de abril 2014 de la revista Diseño Interior, apareció un espacio de trabajo ubicado en Nueva York, un HUB, y me encantó. Me sentí muy identificado con la idea de compartir el espacio, de mezclar distintas disciplinas y de nutrirse de todas ellas, y creo firmemente que éste es el camino para obtener los mejores resultados.

En este punto ya he realizado mucha búsqueda por internet y diferentes revistas de espacios de trabajo, de diseño, hasta que, a partir de ahora, centro la búsqueda en los que son compartidos, buscando HUB y Coworking.

Para proyectar este espacio tuve en cuenta tres momentos clave del proceso de diseño: La concepción de la idea, el desarrollo de la idea, y la presentación del proyecto final. Es por ello que el proyecto queda dividido en tres grandes zonas, adecuadas a cada uno de estos fines. Cada una de ellas está marcada por dos espacios que se convierten en los protagonistas de la escena, y que marcarán la diferencia de mi proyecto: son los espacios de reunión privados, y los de reunión pública.

Lo difícil en cualquier proyecto es saber trasladar ese concepto a la realidad, hacerlo físico, y sobre todo, hacerlo evidente. Un diseño será mejor cuanto más transmita ese espacio. Si consigues que tu diseño hable por sí mismo, habrás logrado un espacio potente, creativo y distinto.

Como se puede observar, he representado la idea de la forma más básica y evidente que se me ocurre, una bombilla iluminada, pero además, de esa bombilla parte un recorrido de conexiones de luz, como si de un brain-storming se tratara, que atraviesa y doblega el espacio de forma brusca, casi violenta. Es como debe ser, pues será nuestra idea la que de forma al diseño. El cliente se reunirá con los creativos en esos dos primeros espacios, y verá como esa luz se aleja en una dirección, marcada y recta, sin que podamos llegar a apreciar el final. Nadie sabe lo que pasará al final del proceso, y miraremos con curiosidad, preguntándonos ¿qué hay al final de este camino?

El espacio común en esta zona es compartido, y vemos un boceto en 3D del interior, con forma de casita volcada. Otra vez me pareció evidente: un espacio donde reunirse, descansar, compartir, y debatir. Hablar sobre las ideas, darle vueltas y vueltas a la idea, pues le damos la vuelta al espacio...

La segunda zona, dedicada al anteproyecto y desarrollo de esta idea, vemos el mismo esquema de casa seccionada, pero esta vez de una forma más controlada. El corte es recto, la luz se desplaza en línea recta, todo es más estático aunque sigue habiendo movimiento. El cliente debe percibir este cambio, y pasar así de un espacio irregular, sin definición y casi descontrolado (y digo casi porque nada debe estar descontrolado en un proyecto), a otro mucho más controlado y definido. Pasará lo mismo con el proyecto que le presentemos. Será coherente, estará bien definido, y el espacio te habla de ello. La zona común en este área es la piscina. Una piscina de largos donde poder hacer deporte, abstraerse, de una forma más solitaria. Relajación y, sobre todo, abstracción. Y es que para configurar este espacio hemos utilizado una abstracción. Yo entiendo el proceso de diseño como un puzzle. La tormenta de ideas, las referencias, todo cuanto captamos son pequeñas piezas que debemos ir componiendo para formar un concepto sencillo, único y ponente, que llevar a cabo. Es por ello que utilizaré la descomposición de un volumen para encerrar la piscina. Las distintas piezas que veremos podrán ser compuestas para formar otra vez ese prisma (no de forma literal, debe apreciarse que se puede componer con ellas), porque a través de esa relajación, a través de esa abstracción tan necesaria a veces en el proceso de diseño, conseguiremos componer nuestro puzzle particular, para terminar de dar forma al proyecto. Además, la parte superior de este prisma descompuesto que encierra la piscina, funcionará como zona de lectura, descanso, de retiro, espacio que jugará con las sombras que generan la celosía recuperada de nuestra nave. En definitiva, un lugar abstracto para abstraerse.

Y por fin llegamos a la última parte. La exposición. He escogido el nombre propio de este espacio, exposición, para idear todo el conjunto que nos queda de nave. Y es que un buen proyecto lo es mucho más cuando se expone de forma adecuada. En este sentido tendremos un espacio igual a los anteriores, una casita, pero esta vez seccionada longitudinalmente. En lugar de hilos conductores, habrá planos de luz, formas completas, estáticas y sólidas, que transmitan seguridad al cliente. El espacio será amplio, se podrá mostrar maqueta, panel y proyección de forma conjunta, todo para que el cliente vea en un vistazo su proyecto acabado. Este último proceso de exposición lo hemos utilizado para dar forma a otra actividad, que es la cultural, y que tendrá lugar en esta parte final de la nave, y del proceso de diseño. Es por ello que la casita de la exposición se convierte en un espacio que podremos mover y configurar a nuestro antojo, y es por ello que aparece un segundo elemento importante y comunitario: la grada. Un grada que podremos desplazar también y que, junto con las aulas configuradas en este extremo de la nave, harán del conjunto no sólo un lugar donde exponer proyectos finales, harán del lugar un centro educativo y expositivo que aportará movimiento y frescura al HUB, ayudando con ello a la difusión del trabajo de todos los profesionales asociados al espacio, y aportando así un valor añadido al proyecto. El proceso expositivo del proyecto se convierte aquí en proceso expositivo total, dejando a la vista proyectos, cultura, y sobre todo dejando expuesto al espacio y a los profesionales que lo forman.

Por todas estas actividades, pensé que sería adecuado que el nombre incluyera referencias al Arte, al Diseño y a la Arquitectura, así como al espacio común de trabajo. Es por ello que el nombre resultante es: ADA Coworking Space. Esto podrá evolucionar claro está, pero de momento parece acertado dejarlo así.

Estoy muy orgulloso de cómo se va desarrollando este proyecto, pero no soy tan fantástico. En este proceso han intervenido más personas, y este es un punto que creo de vital importancia cuando estás aprendiendo. Tener la certeza de que estás aprendiendo, y estar dispuesto a ello es básico.

Además de mi profesora de proyectos y su guía, así como su genial frase: "Vuélvete Loco", hay otros profesores que también me han ayudado, y de los que he aprendido que el diseño, debe hablarte, y cito para ello sus propias palabras: "Sé más bestia Gabriel, se evidente y haz que tu idea se vea de una forma potente"... Y por último y no menos importante, MAGMA Espacio, en Ourense. Un espacio de Coworking que encontré por la red y en cuyas paredes vi frases que parecían pronunciadas por mí, y que también quiero citar: "En MAGMA Espacio está prohibido: rendirse antes de empezar, quejarse todos los lunes, saberlo todo, enamorarse de la rutina..." Y así con muchas otras... Finalmente contacté con ellos y ha resultado una experiencia fantástica. Poder discutir tu proyecto, cuando no sabes nada, con unos profesionales que tienen cosas tan interesantes y que disponen de trabajo hoy en día, es todo un lujazo, y es algo que está en realidad a alcance de cualquier estudiante. Sólo tienes que llamar a la puerta. No pasa siempre, eso es verdad, pero no te puedes rendir, no puedes parar, no puedes dejar de intentar conseguir aquello que quieres. Aunque finalmente no lo consigas, al menos no tendrás en la cabeza que podrías haber hecho algo más.

Este proyecto en concreto, creo que está quedando bien porque del concepto se desprenden los espacios, y aunque todo es mejorable, está bien justificado. No todo el mundo funciona de esta forma.. Muchos compañeros infravaloran el poder que tiene un buen concepto y remitirse a él para generar un espacio, y creo que es un error.

Es el mismo error que tratar de tallar una figura directamente sin seguir los pasos que se debe seguir. Ahora mismo estamos realizando una figura en volumen, y estamos comprobando lo importante que es seguir unos pasos para llegar a esa figura. Intentar saltárselos, sin experiencia ni formación suficientes, es un suicidio académico. Por muy bien que te pueda salir, y aunque te salga bien, te estarás perdiendo una parte importante de la formación, que harán que tus cimientos profesionales sean más débiles.

Los pasos son:

1. Información inicial: revistas e internet, en torno a una idea, u otras fuentes.
2. Definición de la idea y del concepto generador.
3. Desarrollo de la idea (planos, volumetrías generales que expliquen el proyecto...)
4. Trabaja duro y termina tu proyecto. Realiza un panel y una buena infografía.

Todos conocemos los pasos y el camino, y bajo mi punto de vista, es mucho más fácil y productivo cuando se siguen estos pasos.

Este anteproyecto tiene fallos, que los comentaré en otra entrada. Dejaré tiempo para que podáis verlos, veréis como de estas críticas aprenderemos muchísimas cosas.

Un saludo y, como siempre también, siento la extensión.



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