ADA

Hola a todos otra vez.

Hoy por fin hemos entregado proyecto. Un impresionante trabajo realizado contrarreloj, y el cual, tengo que reconocer, he disfrutado a lo grande.

Gracias a este proyecto he conocido toda una tipología de espacios de trabajo completamente nueva para mí, un nuevo espíritu, una nueva visión del espacio laboral en el que, si no pasa nada, nos veremos en un breve espacio de tiempo.

Os dejo con el panel, y ahora sigo comentando cosas y por último, tendréis parte del proyecto a vuestra disposición

Debido al gran tamaño del local, una nave industrial de más de 1.200 metros cuadrados, el proyecto se me ha hecho inmenso, cansado, y casi me sobrepasa. Incluso puedo decir que estoy algo triste, porque este proyecto es espectacular por sí sólo. No por lo bien o mal que yo lo haya hecho, si no porque de verdad que he disfrutado reutilizando un espacio antiguo.

Creo que estos espacios despiertan creatividad en sí mismos. Yo he hecho unos caminos a base de haces luminosos, espacios descompuestos, otros volcados... Otra compañera ha dividido el espacio en cubos de espejo... Un sin fin de ideas que han fluido a través de esta nave a dos aguas.

En mi proyecto en concreto, aunque no se ha llegado a tal definición, existen una cantidad de detalles constructivos en encuentros entre nuevas estructuras y existentes, suelos técnicos, cerramientos de vidrio... Un sin fin de detalles que al final hacen grande a un proyecto, y que estoy deseando llegara resolver.

Gracias a este trabajo he podido conocer también a un estudio de diseño de interiores fantástico, en Orense, ubicados en su propio Coworking, MAGMA ESPACIO. Ya de entrada me gustó el espacio, el nombre, y tras haber tratado con ellos, también ellos me gustaron. Me transmitieron mucha fuerza y muchas ganas de seguir trabajando, y eso precisamente es lo que he hecho, y esa es mi recomendación en esta entrada.

Cuando afrontes un proyecto, no pienses en nada más. No pienses si será fácil o difícil, si será largo o corto, no te coartes. Sólo trabaja. Si disfrutas la mitad de lo que yo he disfrutado con este, merecerá la pena. Y tengo que decir que he tenido momentos horrorosos. Estoy totalmente agotado. 52 planos en total, varios días de renderizado, semanas de modelado, y el aprendizaje de un nuevo programa para maquetar memorias y paneles, InDesign. Todo ello en un tiempo récord, y combinado con el resto de asignaturas. Al terminar, y como siempre a altas horas de la madrugada (las 4:30 de esta madrugada para ser más exacto) mi estudio parecía venir de un huracán. La mesa sucia con polvo, papeles por todas partes, lápices de colores desordenados, tazas de café vacías... Y si vierais el ordenador, no era mucho mejor. Archivos duplicados por todas partes, DropBox lleno, Google Drive también, el disco duro, el USB... Hasta los espacios virtuales parecían un campo de batalla. Tanto es así, que he necesitado parte de esta tarde para llevarlo todo al orden y a la normalidad, además de una sesión de espidifen, café, agua y caldo, como si de una resaca se tratase.

Sin embargo, y pese a los momentos malos en los que pensé que ya no podía más, siempre seguí adelante, y me esforcé por llegar hasta donde quería llegar. Alguien me dijo una vez que cuando decimos que no podemos más, aún nos queda el 70% de nuestra fuerza, y en este caso yo lo he aprovechado pero bien.

Estoy contento con el resultado, eso es evidente, aunque soy consciente de las carencias que el proyecto tiene. Un tema importante como diseñadores, es saber tomar las decisiones acertadas, y entender que, cuando dispones de un tiempo limitado, debes centrar tus esfuerzos para poder acabar algo correctamente. Es preferible la calidad a la cantidad.

Con todo esto quiero decir que no te vengas abajo, no te rindas, y no dejes de trabajar. Evidentemente esto es una actitud, pero es como todo en la vida. Yo estoy convencido de que en esta vida, todo es actitud. Una misma situación puede ser mortal para una persona o perfectamente normal para otra, y eso nos dice que no importa lo que pase o lo que haya a nuestro alrededor, sólo importa cómo queremos verlo, y cómo queremos reaccionar ante esa situación. Yo tengo miedos, me pongo nervioso, me canso, me enfado y me dan ganas de estrangular a la gente, pero no dejo que todo eso afecte a mi trabajo, o a mis estudios ahora mismo. Tu trabajo habla de ti, y habla más de lo que te imaginas.

Aunque mi exposición de hoy no ha sido de las mejores que recuerdo, en parte por el cansancio, y en gran parte por llevar un PDF mal preparado, quiero dejar una pincelada del proyecto para que podáis ver cómo se ha resuelto el espacio.

Espero que os guste tanto como a mi, y no olvidéis que el que quiere, puede.